viernes, 8 de junio de 2012

La endometriosis con dolor crónico provoca depresión

La endometriosis también acarrea secuelas psicológicas que no deben desatenderse, pues en los peores casos pueden concretarse en cuadros de ansiedad y depresión.



El abordaje de la endometriosis no puede eludir las implicaciones psicológicas de una patología tan discapacitante como ésta. Desde esta consideración, Sagrario Martín, doctora en Psicología de la Clínica Quirón, de Bilbao, ha asegurado que “la endometriosis con dolor crónico produce una serie de daños entre los que destaca la disminución de la calidad de vida laboral, social (provocando en la persona una sensación de aislamiento e incomprensión) y familiar (impidiendo cumplir con las expectativas de las mínimas obligaciones familiares y con dificultades en la relación de pareja)”.
Todo esto deriva “en un daño psicológico que puede traducirse en un cuadro de depresión -baja autoestima, disminución del interés o de la capacidad para el placer en casi todas las actividades, insomnio o hipersomnia- o de ansiedad, en la que aparecen irritación, rabia y nerviosismo”. Otros problemas psicológicos asociados a la endometriosis son la inestabilidad emocional o ciertos episodios depresivos intercalados con maniacos.
Durante el simposio Entre el desafío y la esperanza, que han organizado la Asociación de Endometriosis de España, la Clínica Quirón de Bilbao y la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), la psicóloga ha recomendado la creación de “grupos de apoyo a estas mujeres donde puedan aprender estrategias para afrontar el dolor y donde sus quejas sean entendidas, así como fomentar terapias de pareja. Tampoco han de caer en saco roto las terapias individuales donde la mujer pueda diferenciar el dolor del sufrimiento, en un proceso de aceptación de su enfermedad”.
Los daños psicológicos de la endometriosis “pueden arreglarse pero no corregirse. En todo caso, hay una serie de técnicas válidas, entre las que se encuentran la relajación, la respiración, la hipnosis o la visualización de los problemas”.
Laparoscopia
El abordaje quirúrgico de la endometriosis, otro de los temas tratados en el encuentro, ya se basa en la laparoscopia en el 90-95 por ciento de los casos. “El porcentaje de éxito de esta técnica es elevado, pero la recurrencia de la enfermedad también lo es. Si se hace un seguimiento a cinco años de las mujeres intervenidas, se comprueba que el 45 por ciento recae”, ha indicado Álvaro Gorostiaga, ginecólogo de la Unidad de Endoscopia Ginecológica del Hospital de Basurto, en Bilbao.
Pese a que la endometriosis es una patología con alto grado de penetración -se calcula que afecta al menos a un 10 por ciento de las mujeres-, el grado de asociacionismo alrededor de ella “es bajo, debido sobre todo, a la desinformación”, ha indicado María del Mar Gamero, delegada de la Asociación Endometriosis España en el País Vasco; aunque “si se transmitiera toda la información, quizá se generaría alarma social”.
El reto es el diagnóstico precoz
El diagnóstico precoz es una asignatura pendiente en endometriosis. María del Mar Gamero, delegada de la Asociación Endometriosis España en el País Vasco, ha insistido en la necesidad de sensibilizar a los médicos de atención primaria para que reconozcan los síntomas y deriven rápidamente a los pacientes. “Al tratarse de una enfermedad crónica progresiva, si transcurre un tiempo antes del diagnóstico, puede que la solución, o al menos la ayuda, llegue tarde”.
Datos del último congreso mundial sobre esta patología, celebrado en septiembre de 2005 en Holanda, indican que la endometriosis afecta incluso a pacientes muy jóvenes, de entre 13 y 16 años. Esto deriva en la necesidad de incentivar los estudios de investigación por parte de las administraciones sanitarias para que se evite el avance de la endometriosis, hasta el punto de que no haya solución “y se tomen soluciones drásticas, como la extirpación de los órganos, que podría evitarse con el diagnóstico precoz”.
Endoguerreras! a las barricadas!